Durante la pandemia, la matrícula de niños entre cero y tres años que cursaban la educación inicial disminuyó en 23.5%, de acuerdo con datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
En la edición 2022 de los Indicadores Nacionales de la Mejora Continua de la Educación en México, la dependencia explica que se trata de 58 mil niñas y niños que se inscribieron al ciclo escolar 2020-2021 pero que para el ciclo 2021-2022 no volvieron. Por ello, la educación inicial es el grado escolar que porcentualmente tuvo el mayor abandono durante la emergencia sanitaria.
En el nivel preescolar, la matrícula experimentó una reducción de 406 mil 439 alumnos, equivalente a 8.6%, mientras que en la primaria se redujo en 1.3%, es decir, alrededor de 185 mil alumnas y alumnos.
En la secundaria, durante el ciclo escolar 2020-2021, la matrícula fue menor en 12 mil 336 estudiantes —una disminución de 0.2%—, convirtiendo a este nivel en el que experimentó un menor descenso.
“En los ciclos escolares afectados por la pandemia (ciclos 2019-2020 y 2021-2022) la disminución fue de 1 millón 364 mil 591 estudiantes en educación obligatoria, es decir, 4.5% de la matrícula”, informó la SEP.
La Ley General de Educación, reformada en 2019, indica que todos los habitantes del país están obligados a cursar la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior. Además, la educación inicial constituye un derecho de niñas y niños; por tanto, el Estado debe garantizar su provisión a los infantes que así la requieran, además de generar de forma progresiva las condiciones para su universalización.
Sin embargo, en el camino a su universalización se han enfrentado contratiempos, como la falta de infraestructura, los recursos limitados y la pandemia.
“La educación inicial es la que tiene los problemas más graves, sobre todo respecto a la matrícula. Ya teníamos un problema en la educación inicial antes de la pandemia porque no era obligatoria y en 2019, a partir de la reforma, se volvió obligatoria, pero como no es una etapa o una edad escolar en la que los papás consideren que los niños y niñas deben ir a la escuela, es que tenemos desconocimiento de su existencia e importancia”, subrayó Katia Carranza, investigadora de la organización Mexicanos Primero.
En entrevista, explicó que, tras la modificación al artículo tercero constitucional, la SEP en coordinación de distintas instancias trabajó para poner en marcha estrategias para acercar los servicios de la educación inicial —tanto en su modalidad escolarizada como la no escolarizada— a los padres de familia; sin embargo, el plan se ha quedado en el camino por la falta de recursos.
Incluso, la investigadora compartió un dato extraído de un análisis de UNICEF y el CIDE, que daba cuenta de que, en 2020, ocho de cada 10 niñas y niños en el rango de entre cero y tres años no recibieron ni tuvieron acceso a servicios de educación inicial. “Esto nos habla del problema que ya veníamos cargando previo a la pandemia”, alertó.