Tanto para hombres como mujeres, aumentar de peso es un problema de salud constante aunque no a todos se nos acumula la grasa en las mismas áreas.
Hay quienes tienen vientres grandes, otros quieren reducir la grasa de los muslos o la cintura. Pero todos sabemos que la pérdida de peso objetivo no completamente posible.
Todos sabemos que seguir una dieta saludable y realizar ejercicios intensos nos ayudará a ver la diferencia en nuestro peso corporal general después de algunas semanas.
¿Dónde perdemos peso primero?
Esto depende principalmente de nuestros sus genes. Aunque tu enfoque podría ser perder primero la grasa abdominal, esto no está bajo tu control.
Por ejemplo, en el caso de los brazos, perderemos peso una vez que comencemos a hacer ejercicio y sigamos una dieta saludable. Las mujeres tienen caderas, glúteos y muslos más grandes que los hombres y, por lo general, es más difícil para las mujeres perder peso en estas áreas.
En comparación con los hombres, perder peso para las mujeres es mucho más difícil, al menos al principio. Aunque ambos pesen lo mismo y sigan la misma rutina de ejercicio y dieta, la mujer tendrá que esforzarse más para perder grasa por los siguientes factores:
Masa muscular: los hombres tienen más masa muscular magra que les ayuda a quemar calorías más rápido que las mujeres.
Hormonas: la testosterona ayuda a los hombres a perder grasa más rápido. Las mujeres tienen más estrógeno y menos testosterona, lo cual es una desventaja cuando se trata de perder peso.
Grasa corporal: los estudios sugieren que las mujeres tienen entre un 6 % y un 11 % más de grasa corporal que los hombres, lo que las ayuda durante el embarazo.
Cómo perder peso
Es clave que para iniciar tu camino a perder peso consultes con un especialista médico de nutrición y comiences con un plan de alimentación y ejercicios adaptado a tus necesidades.
La forma más efectiva de perder peso es reduciendo la ingesta de calorías. Tienes que crear un déficit de calorías consumiendo 500 calorías menos cada día aproximadamente.
Además, infusiones como el té verde y el té de canela pueden ayudarte gracias a sus beneficios para nuestros órganos.